Sé que es un poco largo, además del
espacio y medio para facilitar la lectura, pero trato de cumplir con el
compromiso que preconizo. ¿Quién dijo que la lucha era corta? Es larga y
escabrosa, ¿que nos cuesta invertir un poco de nuestro tiempo en leer una opinión
sin pretensión? “Que importan los
peligros o los sacrificios de un hombre o de un pueblo, cuando está en juego el
destino de la humanidad.” Che.
Cuando se intenta ser crítico hay que ser
muy cuidadoso porque no se tiene la verdad en la mano y no son sólo mías, son
apreciaciones, inquietudes, opiniones recogidas en la calle, en las colas y
alguien tiene que decirlas... Sobre todo en un proceso tan complejo como el
nuestro y con una inmensa mayoría del pueblo dispuesto a dar su vida en defensa
del proceso bolivariano y de la patria. Uno se pregunta, por qué dentro de la dirección
del gobierno entre los dirigentes altos y medios se mantiene aún gente
infiltrada que está jugando al fracaso y haciendo un gran daño al pueblo y al
proceso, cuando desde el Vice-Presidente pasando por todos los cuadros de
dirección hasta los Jefes de Oficinas, son cargos de confianza y de libre
remoción. ¿Por qué no hacemos (el
gobierno) sino es llorar por las
diferentes agresiones del enemigo, que los señalamos, pero no vamos por ellos,
suplicando por una paz, pero no nos la ganamos, aunque el pueblo sigue pagando
un alto precio por ella? El enemigo está muy claro en sus objetivos. El
gobierno en teoría sí, pero en la práctica pareciera que no, pareciera
demasiado permisivo y no se hace respetar la soberanía. Cuando el Golpe de
Estado del 2002 fue el pueblo que salió (algunos quizás con sus miedos cargados al
hombro, por la represiva experiencia vivida en febrero de 1989), a exigir
el regreso de su Presidente. Después de 16 años, ¿cuál es la fortaleza y el papel
que juegan las instituciones que deben defender este proceso, este país?
Principalmente los órganos de Justicia, Ministerio Publico, Superintendencia de
Precios Justos, Defensoría del Pueblo, los Servicios de Seguridad y Defensa de
Nuestro Territorio y Soberanía, Fuerza Armada Nacional Bolivariana y diferentes Servicios de Inteligencia
incluyendo los cuerpos policiales… Lo que hacen es quejarse y quejarse de las
agresiones del enemigo. Quizás en esto pecamos de injusto porque habrá quienes
intentan o hacen bien su trabajo, pero el objetivo principal no lo hemos
obtenido y la guerra se gana peleando. La libertad no es una dádiva, se gana,
se lucha por ella. Si queremos tener una idea de lo que nos puede suceder,
leamos un poco la historia de lo que sucedió en el Chile de Allende (de la que tanto hablamos pero no asimilamos,
no sacamos la lección) el mismo desabastecimiento, la misma guerra
económica y finalmente el Golpe de Estado. Y tampoco olvidemos los sucesos
recientes de Libia. Que no sea “La historia de una muerte anunciada”.
Aunque en las relaciones internacionales
pareciera que se hace evidente la real intención por una lucha de independencia,
trazada desde hace más de 200 años por Guaicaipuro, el Libertador Simón Bolívar
y luego por el Comandante-Supremo Hugo Chávez Frías, por solo mencionar
injustamente a tres, en lo interno hay algunas fallas importantes de urgente
solución que fortalecerían al proceso bolivariano y revolucionario. La primera
y más importante de todas, porque así lo establece nuestra Carta Magna en sus artículos
1, 2, 3, 15, 19, 20, 21 numeral 1 y 2, y el 22 que son permanentemente violados
por desconocimiento o a conciencia y que se relacionan con la seguridad e
integridad de la vida, del disfrute de los bienes, servicios y recreación de
nuestra población. En esto el Estado o el gobierno debe jugarse el todo por el
todo porque además de lo más importante, las vidas valiosas que se pierden día
a día; (el hampa es contra
revolucionaria, no discrimina ni tiene piedad, igual mata adultos mayores,
mujeres embarazadas, personas con discapacidad, hombres, mujeres, adolescentes,
niñas y niños sin distingo de raza, condición social o credo), está
involucrada la tranquilidad y seguridad psicológica de la población al pensar
que puede pasar con un ser querido que tiene que salir incluso a estudiar o a
trabajar o por recreación, ante la posibilidad cierta que sea una víctima más. En esto no es suficiente: “estamos reduciendo
el porcentaje de delitos…” Aquí hay que ser radical y no darle respiro al hampa
e irla a buscar donde esté. Es una guerra tan guerra como el Golpe de Estado,
golpe petrolero, desestabilización, golpe suave, guarimbas y la guerra
económica. Sobre todo, la Asamblea Nacional debería adecuar de manera urgente
nuestras leyes para enfrentar estas situaciones sin por supuesto irrespetar los
Derechos Humanos, pero haciendo cumplir la ley (y no perder el tiempo en peleas con diputados de la oposición que no
llegan a nada), para que el pueblo
disfrute sin limitaciones y a plenitud sus derechos fundamentales. O (se me
ocurre a mí), igualdad de derechos:
igualdad ante la justicia, igualdad ante la injusticia; que se les retire las
protecciones de seguridad a tod@s los que disfruten de ella, por parte del
Estado.
Segundo, la “guerra económica”. Se dan muchos discursos de combates, pero al
igual que en la inseguridad los únicos “muertos” los pone el pueblo, que paga
las grave consecuencias y aquí nuevamente hay una desigualdad (¿alguien ha visto un alto funcionario
haciendo largas colas de 10, 12 horas para comprar alimentos? al parecer uno
solo, Haiman El Troudi). ¿Será que los altos y medios funcionarios del
gobierno disfrutan de seguridades alimentarias, de vida, bienes y disfrute y por ello se toman calmadamente todo su
tiempo en resolver los problemas?. Por discursos responden rápidamente y a
algunos no les importa mentir. Se habla de los “precios justos”, de acaparamiento,
bachaqueo y contrabando, incluso de la justa prohibición a los trabajadores
informales de la venta de productos alimenticios que hasta por razones de
salubridad es válida y todo esto no deja de ser más que “discursos”. Todos nos
preguntamos: ¿Dónde están las famosas capta huellas, el obligatorio marcaje de
los precios justos en los productos, las fiscalizaciones de los centros de
distribución de alimentos y otros, la protección de la frontera por nuestra
Fuerza Armada Nacional Bolivariana contra el contrabando y la infiltración de
elementos indeseables a nuestro país, etc.? ¡Miles de litros de combustible y
toneladas de mercancías no pasan por la frontera, como lo hace en un chiste el
contrabandista de bicicletas!. La falta de cumplimiento de todas estas normas o
leyes prometidas, ha permitido que los
empresarios y comerciantes inescrupulosos y los informales, vendan al precio
que les da la gana. Se prometió que a partir del 1 de noviembre el marcaje del
precio justo en todos los productos seria de obligatorio cumplimiento. Los
empresarios y comerciantes siguen pidiendo prórroga con una evidente intención…
Si un pequeño productor vende el huacal de cebolla, pimentón, cambur, limón,
piña etc. de 40 kilos en Bs. 700,00, ¿Por qué termina costando en precio justo
al público Bs. 35,00 70,00, 90,00, 120,00 o más el kilo? Y los precios de año
nuevo, por mencionar dos, el cambur y el limón subieron de Bs. 35,00 a bs.60,00
y a Bs. 90,00 el segundo. Y si denuncias ante la superintendencia (que se solicitó su intervención en toda
Guarenas donde entre otros, el Central Madeirense pone un precio y cobra otro)
que empezó muy bien su trabajo, ya ni aparece.
Es
importante mencionar para que se vea que si hay una diferencia, cuando nuestro
Comandante-Inmortal se fue a Cuba a tratar de recuperar la salud, el dólar
estaba a 4:30, (hoy por los precios
reales la devaluación es del 90% es decir bs.100 ahora son BsF., 10.00, el
salario mínimo ahora es de bs. 4889.00 que no es malo, pero con esta espiral de
aumento…) el salario era de bs. 2.800,00, pero un kilo de carne costaba entre
bs. 7/35 el kilogramo, la leche el kilo
en bs. 7/20, el pollo en bs. 5/18… estos son precios Mercal y el segundo,
máximo privado. Hoy la leche 800
gramos (Zulia Milk) bs.240,00. y si se consigue, la carne la más barata, de segunda
o tercera bs. 250 y otras en 350/500 etc. etc.…Y por supuesto al no haber justa
distribución, imposible que haya igualdad de precios aunque estos sean
elevados, mucho menos precios justos además del otro 30% que al parecer también
les suman los comerciantes en el que al final con la carencia termina en
precios especulativos a conveniencia. Y a esto se han sumado las empresas
socialistas que pareciera que toman los precios del mercado capitalista como referencia. Es
decir, no se realiza un análisis real de costos: materia prima, producción, administración
o importación y distribución, sino que ponen el precio de los productos de
acuerdo al precio del mercado capitalista más el 30% (por ejemplo: 12 huevos medianos en Bicentenarios, bs. 126, 15 huevos
grandes bs. 135 vendedor informal), Y tercero, por qué la CANTV subió el
precio de las llamadas en 1560%, de bs. 0.16 a bs. 2.50 (con bs. 20,00 usted hablaba 119 mnts ahora habla 8 mnts) y
Movilnet con un servicio regular, subió sus tarifas en un 60%. El Metrobus y
Sitssa de septiembre a esta fecha subieron el pasaje en un 400% donde la
mayoría son trabajadores de salarios mínimos o madres solteras (que son la mayoría de nuestros hogares)
con dos o tres hijos en edad de estudios que también tienen que pagar medio
pasaje y los que viven en zonas aledañas a Guarenas, Guatire, Los Teques, San
Antonio La Guaira, Catia La Mar… deberán pagar en pasaje diario: bs. 17,00
local, más bs. 30,00 Metrobus, por 22 días laborales daría un total de bs.
1.034.00 más los medios pasajes de los hijos si estudian en Caracas bs. 1.551,00,
en un total de bs. 2585,00. ¿Es justo que una familia pague la mitad de su
salario en pasaje? Igualmente la violación de los artículos de la Constitución:
2, 3, 80, 81, 117 y el supuesto “trato preferencial”, al imponer de manera
injusta y en desigualdad de condiciones que los “preferenciales” (adultos
mayores, mujeres embarazadas y personas con discapacidad) solo puedan viajar 8
por unidad. ¿Y la igualdad de derechos y la preferencia, qué?
Sin embargo a los que
destruyeron propiedades sociales, (se
hizo millonarias inversiones en recuperación de la Plaza Carabobo, el
Ministerio Publico, paradas de Metrobus, estaciones del Metro…) ¿se les
cobraron los daños? ¡No!, se les trató como a niños malcriados diciéndoseles
que si quemaban 100 autobuses se traerían 100 más. Claro, ¡si es el pueblo
quien los paga!.
¡Ojo!, es un juego
peligroso que algunos están haciendo que de continuar la permisividad, la falta
de autoridad, la injusticia y la impunidad nos puede costar muy caro (lo que sucedió finalmente en Chile). No
es sobre lo que se ha conquistado que es bastante, es en lo que se está
fallando. Cuando maduro ganó, fue con 830.000 votos de diferencia con nuestro
Chávez, que aparentemente se recuperó en las municipales. No permitamos que con
estas acciones ilegales se confunda al pueblo. ¡Actuemos en consecuencia!
A la “hermana”
Republica de Colombia se le debería exigir una aclaración y respeto a nuestra soberanía,
ya es la segunda grosera intromisión en nuestras decisiones soberana en el
segundo mandato del Presidente Santos. Respeto a nuestra soberanía o ruptura de
relaciones, ya lo hizo acertadamente Chávez una vez. ¡Es la única manera de
hacer respetar nuestra soberanía!
alcideslarosa.blogspot.com
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